El Presidente no quiere tirar más leña al fuego pero sabe quiénes son los responsables de que la confianza de los mandatarios provinciales se revirtiera.
El presidente Javier Milei se encontró con un escenario que no esperaba después de la fuerte derrota en las elecciones legislativas de la Provincia de Buenos Aires. Con un clima ya caldeado con los gobernadores, la falta de autocrítica real escasea y, además, ya encuentra a culpables dentro de la gestión libertaria.
Dentro del Gobierno nadie quiere generar una caza de brujas internas. Es que a falta de pocas semanas para los comicios nacionales, esta decisión podría perjudicar aún más a La Libertad Avanza (LLA), que perdió músculo político y credibilidad en su plan económico.
De todos modos, en los principales despachos de la administración violeta se apunta contra el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, por las consecutivas derrotas en el recinto bajo su gestión. En 2024, el Gobierno contó con un acompañamiento de la mayoría de los legisladores, un contexto muy diferente al de la actualidad.
Según pudo saber Mosca, hasta Milei comparte esa visión, aunque no quiere tirar más leña al fuego y hacer que una interna los desestabilice más. Los armadores de listas de Karina Milei, Martín y Lule Menem, son los apuntados como los responsables de la rebelión de los gobernadores.