Mientras en Casa Rosada insisten con la idea de un escenario de crecimiento, algunos relevamientos revelan un panorama de claro enfriamiento
Durante su presentación en el Congreso, Guillermo Francos buscó mostrar, como es lógico, los números de la economía que refuerzan la versión de que la actividad económica está en alza. Allí, el Jefe de Gabinete destacó el dato de junio, que mostró un crecimiento interanual del 6,4%, porcentaje que se da en comparación a un año de mínimos históricos.
Este jueves, Javier Milei también buscó reforzar esta idea. En su discurso dado frente a empresarios en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), el Presidente dijo que hay señales de crecimiento económico. “Estamos con tres trimestres consecutivos de expansión. La actividad sube, pero el kuka busca el sector que no crece. Se fija en el dato malo: es la falacia del cherry picking”, mencionó.
En contraste con esta realidad que plantean desde Casa Rosada, algunos empresarios presentes se mostraron preocupados por el panorama económico. Aunque en su mayoría guardan cierta esperanza de que esto remonte, observan varias señales de peligro. “Ayer renové un plazo fijo a 30 días con una tasa del 66%. Esto no es sostenible”, señaló un empresario con negocios en distintos sectores. Estas altas tasas de interés para controlar el dólar podría pegar de lleno en la actividad.
Lo cierto es que en abril, cuando el Gobierno levantó el cepo para los ahorristas y recibió un espaldarazo del FMI USD 12.000 millones, el sector privado se había ilusionado con una reactivación económica. Sin embargo, estos últimos meses se terminaron manifestando algunos signos de enfriamiento. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) destacó algunos números que explican esta tendencia.
El análisis del CEPA destaca que la actividad económica cayó un 0,7% en junio con respecto a mayo y un 0,2% en mayo, retrocediendo a un nivel inferior al de diciembre de 2024. También señala una tendencia descendente desde febrero de 2025 y una profundización de la caída en julio y agosto. Si bien la comparación interanual le da favorable al Gobierno, el análisis mes a mes expone una curva descendente que podría profundizarse con la presión de la tasa de interés.
