El funcionario, que suele ser el principal interlocutor con el campo, eligió no estar en la foto más importante del sector y se subió a un avión rumbo a Miami con la excusa de “asuntos personales”. En la City lo leyeron como una huida preventiva: nadie quiere quedar pegado al Karina gate.
La jugada alimenta la idea de que el Triángulo de Hierro ya se resquebrajó. Tras la salida del Andis, el viejo esquema recaudatorio quedó bajo el mando directo de la Secretaría General de la Presidencia y Pazo, que supo moverse con discreción en esa trama, ahora prefiere correrse.
Su recorrido es conocido: abogado y empresario, pasó por la UIF y la Superintendencia de Seguros en tiempos de Macri. Con Milei, desembarcó bajo la órbita de Caputo como secretario de Industria, luego en Producción y finalmente en ARCA, donde reemplazó a Florencia Misrahi. Pero su ausencia en Rosario marca otra cosa: ya no parece dispuesto a ser fusible del ministro en el frente más caliente del poder libertario, el de la caja.