Circuló la versión de que el jefe de Gabinete sería reemplazado por Manuel Adorni y surgió una nueva interna libertaria.
La versión que circuló en los medios de que Guillermo Francos dejaría de ser el jefe de Gabinete para ser reemplazado por Manuel Adorni fue entendida por el asesor presidencial Santiago Caputo por una operación generada por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
“Guillermo perdió su credibilidad” y “Adorni va a ser el nuevo jefe de Gabinete”, rezaba una nota de El Cronista en el inicio de julio pasado. Entonces, puertas adentro, comenzó a sentirse el fuerte cimbronazo por esta nota, debido a las fuertes descalificaciones contra Francos.
En medio de todo este caos que generó en el Gabinete, el presidente Javier Milei tuvo que salir a decir públicamente las cualidades de su jefe de ministros, con el fin de despejar todos los rumores que indicaban de que Francos iba a dejar de ser funcionario del Gobierno.
Por su parte, Adorni, el mismo día que salió la nota de El Cronista, fue al despacho de Francos y le aclaró que él no tuvo nada que ver: “Vengo acá en persona para avisarte que esto no lo operé. Me parece una canallada”. Si bien sabe que el vocero presidencial y legislador electo en la Ciudad está interesado en el cargo, le creyó.
En cambio, el que sí tenía claro quién fue era Santiago Caputo. “El que hizo eso es un mogólico”, dijo, en referencia a Martín Menem, de quien sospecha de la operación, según informó la agencia A1. Desde entonces, los apodó a él y al armador Eduardo “Lule” Menem como “los mogólicos”.