En el Digital Finance Forum, Demian Reidel contó que existió un acercamiento del país africano para comprar esta tecnología, pero el acuerdo no prosperó. Por ahora la exportación masiva de reactores argentinos existe solo en los papeles
Demian Reidel, presidente de Nucleoeléctrica Argentina, se presentó este jueves en el Digital Finance Forum, donde se dedicó a defender con uñas y dientes su plan nuclear. El economista mencionó que existió un interés inicial por parte de Ruanda para obtener reactores modulares pequeños (SMR) argentinos. Contó que Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lo contactó por una reunión con líderes africanos, interesados en la tecnología nuclear argentina.
“Me llamó un día Rafael Grossi, que estaba yendo a África, a Ruanda, para juntarse con un grupo de presidentes que están interesados en hablar con nosotros”, relató. Sin embargo, Reidel dejó claro que ese interés no prosperó, minimizando su importancia frente a su ambiciosa visión global. “Si vos tenés estos reactores, vos podes industrializar en medio de la nada. Ponés una pila o un reactor nuclear y tenés 300 megawatts para desarrollar lo que quieras”, retrucó.
Reidel prometió que esta tecnología permitiría a nuestro país vender 500 reactores a todo el mundo, en mercados como Estados Unidos, aunque admitió que todavía no hay un valor claro sobre el costo de producción ya que no se fabricó ninguno aún. “Como no se hizo ninguno de estos reactores todavía, el precio inicial de estos primeros no está muy claro. No hay plata y este gobierno no hace obra pública. Entonces esto es todo financiamiento privado”, explicó
Por último, Reidel llamó la atención de la sala al confesar que los componentes del reactor CAREM son piezas casi compradas “en una ferretería”. “No quiero decir que lo compraron a la ferretería, pero lo más cercano a eso. La electrónica, la física de esto no cambió. La tecnología de construcción de reactores tampoco cambió, pero desde 50 años la verdad que podría haber cambiado”, argumentó.