Mientras María Eugenia Vidal votó a favor de declarar la emergencia pediátrica en medio de la crisis del Garrahan, la Auditoría porteña denunció serias irregularidades en el área de Educación Especial de CABA
La Cámara de Diputados aprobó este miércoles la declaración de emergencia en pediatría en respuesta a la crítica situación que atraviesan el Hospital Garrahan. La iniciativa contó con el voto positivo de casi todo el arco opositor y de María Eugenia Vidal, quien rompió con su bloque y acompañó el proyecto. Su gesto fue leído como un guiño de sensibilidad frente a un tema que empieza despertar consenso social, aunque dentro del PRO generó malestar.
Mientras en el Congreso se vieron algunos gestos de empatía hacia la niñez, un reciente informe de la Auditoría General porteña (AGCBA) reveló múltiples irregularidades en el sistema de Educación Especial del territorio gobernado por Jorge Macri, con impactos directos sobre estudiantes con discapacidad.
La AGCBA detectó que el 47% de las escuelas especiales tienen cargos docentes pendientes de creación, que hay contradicciones entre los padrones oficiales y la realidad de las escuelas, y que no se respetan normas básicas de transparencia. A esto se suma una diferencia de 527 millones de pesos en el rubro “gastos en personal” sin justificación clara.
“No hay inclusión real si invisibilizan las condiciones concretas de las escuelas especiales”, denunció el auditor Lisandro Teszkiewicz. Además, remarcó que “más de 500 millones sin justificar es una cifra obscena cuando hablamos de chicos y chicas con discapacidad”.
Esta situación pone al PRO en un lugar incómodo, ya que históricamente el espacio de Mauricio Macri intentó posicionarse a favor de este tipo de políticas sociales. Además, la postura de Vidal deja más expuesta esta contradicción.