En lo monetario y fiscal, los tres países sostienen una política liberal que trasciende los cambios de gobierno. Inversiones financiera, desarrollo inmobiliario y turismo, son los sectores que traccionan. Sin embargo sus sociedades son profundamente desiguales.
Hace unos días, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, dio una declaración que generó ruido en relación al rumbo que pretende el Gobierno a largo plazo a nivel socioeconómico. En el programa de Alejandro Fantino, el economista expresó que Argentina ya no debería aspirar a modelos como Suiza, Estados Unidos o Irlanda. En su lugar, señaló a países como Paraguay, Uruguay y Perú como ejemplos de “sociedades tranquilas” a emular.
“No te voy a llevar a Suiza, Estados Unidos, Irlanda… Paraguay, Uruguay, Perú, esas sociedades viven tranquilas”, lanzó en Neura. Esto presenta cierto contraste con la visión previa del presidente Javier Milei, quien en distintas ocasiones había señalado que el objetivo sería posicionar al país al nivel de Irlanda o Estados Unidos.
Si se tiene en cuenta el informe sobre Desarrollo Humano de Naciones Unidas, nuestro país se encuentra en el puesto 47, apenas encima de Uruguay (puesto 48) y muy por arriba de Perú (79) y ni que hablar de Paraguay (102).
Según el análisis de ONU, en los únicos aspectos en los que Perú y Paraguay superan a la Argentina es el acceso a la toma de deuda y la estabilidad de precios, tal vez los temas donde más atención pone el Gobierno. Sin embargo, en el resto de mediciones -cómo acceso a la educación, salud y trabajo formal- nuestro país se impone a estos dos países. Justamente, se tratan de los aspectos que en Casa Rosada parecen dejar últimos en su lista de prioridades.