En diálogo con Mosca, el expresidente del Banco Central explicó que hubo una “decisión política” para bajar el costo del financiamiento en pesos por la inflación, pero que terminó forzando al Tesoro a convalidar tasas de hasta 47,8% para evitar una corrida
Alejandro Vanoli lanzó duras críticas contra el equipo económico del Gobierno por la reciente volatilidad en los mercados financieros. El expresidente del Banco Central apuntó directamente al manejo de la deuda en pesos y al intento de sostener el tipo de cambio con tasas crecientes. “¡Cómo la cagaron con las Lefi! Dejaron los pesos, hicieron ir el dólar, llevaron las tasas al 16% la semana pasada, ahora pagaron una supertasa del 47%. Una locura”, dijo. Y agregó: “Estos tipos se supone que de finanzas saben, porque de economía no. Lo que hicieron, la verdad, no se entiende”.
El trasfondo de la crítica radica en una secuencia de decisiones que comenzó con la eliminación de las Letras de Financiamiento (LEFI), que hasta ese momento funcionaban como ancla de corto plazo para absorber pesos. Eso generó una caída abrupta de las tasas del mercado secundario —como la caución bursátil, que llegó a tocar el 16%— y liberó liquidez que rápidamente presionó sobre el dólar, forzando al Tesoro a intervenir con instrumentos más rentables como las LECAP y los BONCAP.
De esta forma, el Gobierno convalidó tasas de hasta 47,81% en la última colocación de BONCAP, un giro de 180 grados respecto del sendero descendente que había mostrado semanas atrás. Para Vanoli, este volantazo muestra improvisación y una lectura equivocada del contexto financiero: “Se re confiaron. Hubo una decisión política, viste, de bajar la tasa por la inflación, pero segundo semestre, un delirio”.
La referencia de Vanoli a la baja de tasas como decisión política se inscribe en el clima de euforia oficial tras los datos de inflación de junio, que marcaron un IPC de 1,6%. Pero la medida liberó pesos en un momento delicado, con demanda creciente de cobertura cambiaria. Con las LEFI fuera del tablero y tasas de más del 47% en juego, el margen de maniobra del equipo económico parece cada vez más acotado.