Con vínculos directos con Karina y Javier Milei, se perfila como el principal candidato de La Libertad Avanza en la provincia más austral. Los eventos que organiza Coto para recaudar fondos para financiar la campaña.
El Gobierno analiza encuestas casi en tiempo real y, en ese ejercicio, una provincia llamó la atención en las últimas semanas. Se trata de Tierra del Fuego, gobernada por Gustavo Melella, donde según sondeos Javier Milei alcanza allí un 88% de imagen positiva. “Milei mide mejor en Ushuaia que en Río Grande, donde el sector industrial ve con mayor recelo algunas políticas del Gobierno. Pero aún así, el respaldo general es muy alto”, le dijo a Mosca una fuente del parlamento fueguino, quien adelantó: “Creo que van hacer una buena elección en Octubre”.
Los números encendieron las alertas positivas en el oficialismo, que ya mira al legislador provincial Agustín Coto como el hombre que permita recaudar esos votos. Coto es historiador y alguien que mantiene una relación fluida con el Presidente, a quien tuvo de profesor en la Universidad de Belgrano. Además, tiene línea directa con Karina, que lo tiene como encargado de organizar y movilizar el apoyo político local. Esto denota un importante capital político dentro del esquema libertario, especialmente en un territorio donde La Libertad Avanza busca ampliar su base y romper con la hegemonía del peronismo fueguino.

Otra de las que suena para competir en octubre es Belén Montes de Oca, quien era concejal de Ushuaia por el PRO, pero que migró hacia las filas libertarias en 2024. Este movimiento se dio en el contexto de la consolidación de LLA como partido nacional, que obtuvo personería jurídica definitiva en la provincia en junio de ese año.
En las elecciones de medio término de 2025, Tierra del Fuego renovará sus tres bancas en el Senado, en una contienda que será clave para el Gobierno nacional. Con solo siete senadores propios sobre un total de 72, La Libertad Avanza necesita sumar representación para avanzar con su agenda legislativa. En la Rosada creen que, de mantenerse la altísima imagen presidencial, es posible quedarse con al menos dos de los tres escaños en disputa.