La ministra festejó la captura de Gustavo Bruzzone, uno de los prófugos más buscados del país. Pero el caso desató un escándalo tras revelarse que el detenido era un viejo conocido de su entorno político, cuando ella era parte del PRO
Patricia Bullrich anunció con bombos y platillos la detención de Gustavo Alejandro Bruzzone, acusado de intentar traficar más de 1.600 kilos de cocaína a Europa y señalado como uno de los diez prófugos más buscados del país. “Mientras algunos miran para otro lado, nosotros los buscamos, los encontramos y los hacemos pagar”, escribió en redes sociales la ministra de Seguridad. Sin embargo, la euforia duró poco, ya que poco después de su posteo, comenzaron a circular fotos y testimonios que ubicaban a Bruzzone como un militante activo del PRO, cuando ella parte del espacio de Mauricio Macri.
Bruzzone participó de actos partidarios en 2023 y llegó a visitar varias veces la sede del partido en San Telmo. La revelación generó incomodidad dentro del Gobierno, ya que fue la propia Policía Federal —bajo la órbita de Bullrich— la que lo tenía en su lista de buscados.
La contradicción entre la persecución judicial y la participación pública del narco en actividades de campaña encendió las críticas en redes sociales. “Bullrich se felicitó a sí misma por detener a su propio militante”, ironizó un usuario en X.
Bruzzone era un engranaje clave en la organización liderada por José “Tano” Sofía, desbaratada durante la “Operación Rosario-Dubái”, que incluyó 12 allanamientos y el secuestro de droga valuada en más de 60 millones de dólares. Su detención, en Haedo, fue ejecutada por la Brigada Antidrogas de la Hidrovía.
Este episodio se suma a una seguidilla de traspiés de Bullrich en materia de seguridad, como cuando celebró una detención por pedofilia que luego resultó errónea o el caso del operativo antidrogas que terminó siendo solo talco.