De Alberto Fernández a Mauricio Macri, pasando por Cristina Kirchner y Javier Milei. En Mosca, hacemos un repaso por las gestiones que más incrementaron el endeudamiento del Estado en moneda extranjera
La acumulación de deuda pública se convirtió en una tendencia en los gobiernos de esta últimas dós décadas. Si se establece un ranking de deuda en dólares, el primer lugar lo ocupa la gestión de Alberto Fernández, donde la deuda pública se incrementó en cerca de USD 100.000 millones, pasando de USD 325.000 millones en 2019 a unos USD 425.000 millones en 2023, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) y organismos internacionales.
Ese crecimiento suele ser justificado por el impacto económico de la pandemia, que obligó a expandir el gasto. Otros factores fueron la reestructuración con bonistas privados que no redujo el stock, nuevos desembolsos del FMI y una devaluación que potenció el valor en dólares de la deuda en pesos ajustada por inflación. Al cierre de su mandato, Argentina se convirtió en el principal deudor del FMI, con un saldo de casi USD 43.000 millones.

El segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner (2011-2015) también dejó una marca significativa, ya que la deuda creció en aproximadamente USD 70.000 millones. Aislado del financiamiento externo, el Estado recurrió a deuda intra-sector público, como el uso de reservas del BCRA y préstamos de la ANSES. Si bien se evitó tomar deuda con el mercado, los pasivos internos se dispararon y afectaron la solidez del balance público.
En el caso de Mauricio Macri (2015-2019), la estrategia fue la opuesta, ya que el país volvió a los mercados y tomó el mayor préstamo de la historia del FMI, por USD 57.000 millones (de los que se desembolsaron USD 44.000). La deuda en dólares aumentó en unos USD 45.000 millones, lo que generó fuertes críticas por el uso de los fondos para cubrir déficit corriente y no inversión.
En el caso de Javier Milei, heredó un stock de deuda de USD 425.000 millones al asumir. En sus primeros cinco meses de gestión, la deuda bruta superó los USD 470.000 millones. Sin embargo, el Gobierno destaca que la deuda neta cayó gracias al ajuste fiscal, la recomposición de reservas y la reducción de pasivos del Banco Central. A esto hay que sumarle que en abril de este año, el FMI aprobó un nuevo programa por USD 20.000 millones, con un primer desembolso que no elevó el stock, pero sí la exposición externa.