Fue para invitarlo al Encuentro Federal de la Memoria que se celebrará el 18 de junio. Hubo críticas por la visita.
Una reunión hizo ruido en la comunidad judeoargentina. Es que el rabino de la AMIA, Eliahu Hamru, mantuvo un encuentro con Oscar Parrilli, quien está acusado por el Memorándum con Irán y a la espera de un juicio oral que lo tiene como presunto encubridor de los imputados iraníes en 2013.
La visita fue en el edificio que fue reconstruido tras el atentado. Se dio en medio de los eventos conmemorativos del 31er aniversario del ataque terrorista de la organización libanesa Hezbollah y la República Islámica de Irán del 18 de julio de 1994, en el que hubo 85 muertos y más de 150 heridos.
Los dirigentes y funcionarios de la AMIA visitaron a los 72 legisladores con el objetivo de conversar con ellos e invitarlos al evento que se realizará un mes antes, el 18 de junio, que fue llamado Encuentro Federal de la Memoria.
Entre los legisladores se encuentra Parrilli, quien fue imputado tras la denuncia del fiscal Alberto Nisman, días antes de su muerte, en 2015.
“Agradezco al senador por la provincia de Neuquén @OscarParrilli por la productiva reunión que mantuvimos ayer, en la que lo invitamos formalmente a participar del Encuentro Federal de la Memoria, que realizaremos en @InfoAMIA el próximo 18 de junio. #AMIA31años”, publicó Hamra.
Las repercusiones negativas fueron varias, entre ellas la de Luis Czyzewski, padre de Paola, una de las víctimas del atentado, y querellante en el futuro juicio: “Acabo de leer que el Rabino Eliahu Hamra invitó al Senador Parrilli a una actividad por la memoria que incluye honrar a los fallecidos en el Atentado a la AMIA, inentendible dada la trayectoria de este senador y que se encuentra imputado en la causa por el Memorándum con Irán”.
A su vez, el ex vicepresidente de la DAIA Waldo Wolff señaló: “Ver a representantes de nuestra querida AMIA visitando al Senador Parrilli para invitarlo a un evento central de la institución es un acto de extravío o una falta de respeto a quienes pusimos el cuerpo, el de nuestras familias y nuestras libertades cívicas en riesgo cuando Parrilli y su signo político nos perseguían después de haber firmado el memorándum con Irán”.