Damián Sanfilippo dio los nueve puntos de la gestión de Javier Milei para salir del intervencionismo estatal en el mercado. Para Cairella esto es una “burrada”.
Cammesa, la empresa que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y despacha a energía a nivel nacional, publicó un documento, por pedido del Gobierno, en el que explica cómo la gestión de Javier Milei iba a normalizar de manera gradual el funcionamiento del mercado eléctrico después de casi dos décadas de intervención del Estado.
El subsecretario de Energía Eléctrica, Damián Sanfilippo, mencionó nueve puntos en el documento ‘Lineamientos para la normalización del MEM y su adaptación progresiva” cómo iban a ser los próximos meses.
Sanfilippo responde al viceministro de Economía y Energía, Daniel González, quien es mano derecha de Luis “Toto” Caputo y cuenta con el aval de Santiago Caputo. Este fue quien le pidió a Cammesa que publique el boceto para que las empresas se saquen las dudas y realicen propuestas con el fin de hacer modificaciones para mejorar la normativa que se publicará este 2025.
No obstante, el vicepresidente de Cammesa, Mario Cairella, quien llegó a su puesto gracias al diputado oficialista José Luis Espert, se mostró muy en contra de la normativa en un grupo de WhatsApp de Contactos Petroleros. Se trata de una organización que nuclea a cientos de directivos y personas vinculadas a la industria.
“(Es una) reverenda BURRADA (sic) inconsulta así como está. (Es) sólo un headline (título en inglés) sin un plan detrás”, escribió Cairella en ese grupo el jueves pasado a las 9.41 de la mañana.
No es la primera vez que Cairella tiene diferencias con funcionarios del área energétiva del Poder Ejecutivo. Algunas semanas atrás, el vicepresidente de Cammesa confrontó con la Secretararia de Energía María Tettamanti, luego de que él impulsara la firma de un contrato de importación en firma desde Brasil por 1000 megawatt (MW) de energía a un costo cercano a los 1000 dólares por MWh.
Entonces, Tettamanti y el Ministerio de Economía objetaron la rúbrica del acuerdo comercial porque no era necesario que el Estado participara en el pago de energía importada más cara. Por otro lado, señalaron que Brasil no puede asegurar la venta en firme de 1000 MW.