El Gobierno tendrá desde 2025 más subsidios al INCAA que el último año de la gestión de Alberto Fernández, luego que lograra pasar de cifras deficitarias a un balance con superávit, en el marco del saneamiento al organismo. A su vez, dispuso una nueva metodología para beneficiar a los productores de films.
Entre las principales decisiones que permiten que esto es posible se destaca la reducción del personal. En 2009, el INCAA tenía 100 empleados y esa cifra ascendió a 750 en 2023. Este año, Javier Milei decidió bajar esa cantidad a 350 y la idea es que en 2025 sea de 250.
Por la gran cantidad del personal, se alquilaron unos ocho edificios para que todos los trabajadores pudieran tener un lugar para ejercer sus puestos. El gran gasto del INCAA se daba en los corrientes, ya sea en empleados como para alquilar los inmuebles.
Antes, el 80% del presupuesto se gastaba en sueldos y alquileres, y ahora quieren que en 2025 eso represente solo el 20% y así subsidiar más películas. Pasaron de U$S2.0000.000 de déficit a U$S4.000.000 de superávit.
En 2023, se subsidiaron 236 películas de manera anticipada, con un promedio de 50 mil dólares con cada una. Tan solo cuatro de ellas superaron los 100 mil espectadores y otras 13, rompieron la barrera de los 10 mil espectadores. Por otro lado, hay 100 producciones que no llegaron a los 1.000 espectadores; otras cuatro que tuvieron menos de 20; y una que tuvo tan solo cuatro.
El Gobierno asegura que, lejos de querer cerrar el INCAA, buscará sanearlo con medidas que ya fueron puestas en marcha desde el inicio de la gestión, para luego dar vuelta la ecuación y que pueda subsidiar películas con un organismo ordenado.
Esta semana, el vocero presidencia Manuel Adorni dio a conocer la eliminación de los subsidios anticipados a películas, que se materializó en el Decreto 984/2024, publicado en el Boletín Oficial. En lugar de estos, se entregarán créditos a tasa de plazo fijo del Banco Nación a 90 días, que podrá ser cancelado eventualmente con un subsidio tradicional, siempre y cuando el film resulte de interés para la sociedad.
“Muchos productores, previendo que sus películas iban a tener baja cantidad de espectadores, abusaban de este sistema y pedían el subsidio anticipado, cobrando en promedio 50 mil dólares sin siquiera tener la película lista”, ilustró el vocero, en su habitual conferencia de prensa. “Este recurso dio lugar a una fiesta de anticipos de películas que después no veía nadie o muchas veces no se hacían”, dijo Adorni.
El vocero señaló que la decisión en “nada afecta el subsidio tradicional para el cine, lo que se conoce como el subsidio por sala; donde si la película tiene éxito comercial el Estado paga un porcentaje sobre lo recaudado”. Y puso un piso “mínimo de 10.000 reproducciones en plataformas pagas”.