El funcionario nacional es visto de reojo por los mandatarios aliados por una serie de incumplimientos tras la Ley de Bases.
Guillermo Francos tiene cada vez menos confianza de parte de los gobernadores. Después de una serie de acuerdos incumplidos con los mandatarios provinciales tras la votación de la Ley de Bases, estos ya saltean su figura para negociar porque consideran que no tiene palabra.
La imagen del ex ministro del Interior está muy mal. Durante un encuentro virtual por Zoom, los gobernadores aliados decidieron tener una reunión con el Presidente para quejarse sobre que no cumplieron con las promesas que le hicieron.
En realidad, el Gobierno se encargó de prometer políticas para cada una de las provincias y, en algunos casos, sí cumplieron, pero de manera parcial o irregular. Por ejemplo, a algunas les indicó que les iba a pasar las rutas porque no las iba a terminar, pero a cambio les pagaba la deuda: no abonó en varios casos la totalidad de ellas.
Los mandatarios provinciales aliados comparten la misma idea: Francos no cumple ni puede garantizar nada. Por ese motivo, los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilneck; y de Salta, Gustazo Sáenz, dijeron que el jefe de Gabinete ya no es interlocutor.
Actualmente, Francos se dedica a recibir embajadores y no gestiona la jefatura de Gabinete. Después de una serie de incumplimientos, al funcionario nacional ya no le da la cara para continuar con los acuerdos.