El Presidente no encabezará el clásico encuentro de fin de año con los trabajadores de Balcarce 50. La decisión refuerza el mensaje de austeridad que marca la gestión
Este fin de año no habrá brindis presidencial en Casa Rosada. Javier Milei decidió no realizar el tradicional encuentro con los trabajadores de Balcarce 50, una costumbre que atravesó gobiernos de distinto signo político y que solía funcionar como gesto de cercanía y cierre simbólico del año.
La escena, repetida durante décadas, quedó archivada. Nada de discursos breves, palmadas en el hombro ni promesas de tiempos mejores para el personal administrativo, de mantenimiento y de seguridad que sostiene el funcionamiento cotidiano de la sede del Gobierno.
En línea con el discurso de ajuste permanente y recorte del gasto, la Casa Rosada cerrará el año sin acto, sin foto y sin brindis. “No hay plata”, también aplica puertas adentro.
El fin del brindis marca distancia con una costumbre que, para muchos trabajadores, funcionaba como reconocimiento mínimo a su tarea. Para Milei, en cambio, esos gestos forman parte de un Estado que busca achicar.







