Los paraísos fiscales han duplicado sus tenencias de bonos estadounidenses en los últimos cuatro años
Durante años, China fue señalada como el gran sostén financiero de Estados Unidos. Esa idea quedó vieja, ya que hoy en día el principal canal de financiamiento se da por parte del sector privado.
Según New York Times, los gobiernos extranjeros redujeron de manera drástica su tenencia de bonos del Tesoro de Estados Unidos. En 2010, más del 40% de la deuda norteamericana estaba en manos de otros Estados. Actualmente, ese número ronda apenas el 15%. China, en particular, dejó de ser el principal acreedor y perdió peso relativo en ese esquema.
Los gobiernos compran bonos como parte de sus reservas internacionales y aceptan rendimientos más bajos por seguridad y estabilidad. Los inversores privados, en cambio, buscan rentabilidad. Exigen tasas más altas, reaccionan más rápido ante los cambios y generan mayor volatilidad en los mercados. Este giro explica por qué a Estados Unidos le cuesta cada vez más financiar su déficit fiscal y por qué sube la tasa de interés que paga su deuda.
El impacto no se limita a Washington, ya que las tasas altas generan un efecto derrame que encarece el crédito en todos los países. Esto complica especialmente a países emergentes como Argentina, ya que para volver a los mercados internacionales deben competir con países que pagan cada vez más caro.







