El presidente de Sur Finanzas es investigado luego de que se le detectaran movimientos millonarios sin justificación. Las malas lenguas lo apuntan como testaferro del titular de la AFA
La Justicia puso la lupa sobre un empresario con fuertes conexiones con el fútbol argentino. Se trata de Maximiliano Ariel Vallejo, presidente de Sur Finanzas y figura cercana a Claudio “Chiqui” Tapia. El ruido judicial es fuerte, ya que tiene una denuncia por presunto lavado de dinero.
Según A1, la investigación se inició luego de que una de las empresas ligadas a Vallejo, Construcciones TAR, recibiera más de 6.000 millones de pesos en apenas diez meses.
Los fondos se dispersaron entre casas de cambio, clubes de fútbol, sociedades agrícolas ganaderas y varias firmas creadas poco tiempo antes, sospechadas de actuar como “cáscaras”.
El dato que complica a Vallejo es que parte de esos fondos, tras la triangulación, terminó en empresas donde el propio empresario figura como accionista. Se trata de una maniobra típica de los que buscan blanquear fondos de origen sospechoso.








