Quienes son los interlocutores que prueban una íntima relación entre espacios políticos que se rechazan en público.
La firma de los senadores kirchneristas que integran la comisión de Asuntos Constitucionales en disidencia sobre el proyecto de modificación original a la Ley de DNU tras la devolución con cambios de la Cámara de Diputados generó sorpresa a propios y extraños.
En medio de sospechas por la jugada del kirchnerismo por parte de los aliados del Gobierno por la posibilidad de un acuerdo entre este sector del peronismo y los libertarios, lo concreto es que ambos espacios, que a veces parecen no dirigirse la palabra, tienen abiertos varios frentes de negociación.
Uno de ellos tiene que ver con los encuentros que mantuvieron Juan Mena y Sebastián Amerio por la definición de dos nombres para ocupar cargos en la Corte. Quienes suenan son Anabel Fernández Sagasti, la senadora nacional cercana a Cristina Kirchner; y Mariano Llorens, camarista federal de Comodoro Py.
La reunión, mencionada por TN, se mantuvo en secreto y tenía como objetivo acercar posiciones para reemplazar a Juan Maqueda y Elena Highton en la Corte Suprema.
Durante la firma del dictamen de este martes, una de las kirchneristas que intervino fue la riojana Florencia López, muy cercana a Wado De Pedro. El nombre de este último resuena debido a su acercamiento en el pasado con Santiago Caputo, quien lo asesoró con su consultora Move Group cuando aspiró a presentarse como Presidente.
Por otro lado, de acuerdo a fuentes a las que tuvo acceso Mosca, hay un acuerdo más entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza: tiene que ver con el financiamiento para La Cámpora a partir de contratos que están en el despacho de Martín Menem.
Se trata de una acuerdo que hacen todos los gobiernos. Siempre que uno se va, negocia quedarse con unos contratos, es una práctica habitual, pero no minimiza los lazos comunicacionales que hay actualmente entre el kirchnerismo y los libertarios.







