Aunque los indicadores económicos muestran una recuperación parcial desde 2024, los ingresos de los hogares argentinos continúan en caída.
Si bien algunos indicadores reflejan signos de recuperación en la economía, los salarios de los argentinos parecen no alcanzar. Este fenómeno lo abordó la consultora C-P, cuyo análisis fue difundido por el economista Federico Pastrana en un hilo publicado en X.
En su publicación, Pastrana explicó que el repunte de la actividad iniciado a mediados de 2024 no logró traducirse en una mejora real de los ingresos. Los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) y del INDEC reflejan que la elasticidad entre crecimiento y empleo es cada vez más baja, debido a que los sectores ganadores como la agroindustria y la minería no generan empleo formal suficiente.

El estudio muestra que el empleo registrado en el sector privado alcanzó su pico en mayo y junio de 2024, para luego caer hasta principios de 2025. Desde entonces hubo una recuperación parcial, pero insuficiente, ya que el mercado laboral no logró recomponer los niveles previos, mientras el salario real —con base en noviembre de 2023— continúa descendiendo desde fines de ese año. En promedio, los sueldos actuales han perdido significativamente poder adquisitivo desde finales de 2023, y la recomposición salarial sigue postergada por la política de ajuste fiscal del Gobierno de Javier Milei.
En cuanto al desempleo, este se mantiene estable en torno al 6-7%. Mientras el subempleo involuntario crece y las horas trabajadas disminuyen, la pérdida de empleos formales se compensa con un aumento de la informalidad, donde los trabajadores “en negro” ganan un 40% menos que los formales, y los cuentapropistas un 60% menos.
A eso se suma el fenómeno del “pluriempleo”, que se expande gracias a las plataformas digitales como una estrategia de supervivencia frente a la caída del ingreso real.
En este contexto, mientras el Gobierno celebra la estabilidad macroeconómica y el superávit fiscal, los datos relacionados con el empleo reflejan un panorama crítico que por ahora en Casa Rosada parecen subestimar.








