El ministro de Economía quedo expuesto luego de confesar con excesiva naturalidad que sus hijos trabajan gratis para el Gobierno
Luego de intentar defenderse a través de redes sociales, Toto Caputo terminó en el centro de la polémica en relación a las libertades que le otorga a sus hijos dentro de Casa Rosada. El conflicto se originó con un tuit de Delfina Rossi, directora del Banco Ciudad e hija del exministro Agustín Rossi.
Delfina cuestionó la operación de deuda como un posible conflicto de interés, señalando la relación previa de Caputo con JP Morgan, banco involucrado en la transacción. Caputo defendió su gestión y, de manera inesperada, reveló que dos de sus hijos colaboran con él en el Ministerio “sin cobrar un peso”, argumentando que lo hacen “por la patria”.
Si bien no mencionó los nombre, esto levantó serias sospechas acerca de cual podría ser la verdadera contraprestación al hacer esta tarea. Dos de ellos, Luis Nicolás Caputo y Agustín Luciano Caputo, tienen vínculos con el sector privado. El primero con un fondo de inversión agropecuario, Invernea, y el segundo con Bruchou & Funes de Rioja, un estudio jurídico que representa a grandes entidades financieras. La presencia de ambos en el Ministerio, aunque no cobren salario, podría facilitarles acceso a información económica sensible.
Por su parte, a Cristóbal Caputo, conocido como “Tobal”, es al que más se lo ve diariamente entrando y saliendo del despacho de su padre. Tiene pasado como trader y como asesor financiero en Balanz Capital.
Desde la oposición, rápidamente salieron al cruce y señalaron que esta situación podría configurar un nepotismo encubierto y posibles violaciones a normativas de transparencia, al exponer datos sensibles sin un marco legal claro. “No nos tomes el pelo canalla, el Estado no es una pyme familiar, no es una mesa de dinero, no es la cueva de Anker“, lanzó el diputado Rodolfo Tahilade.








