La posibilidad de que surja alguna filtración o avance del caso $LIBRA podría afectar la imagen del oficialismo en plena recta final hacia los comicios
El revés definitivo de la Cámara Nacional Electoral, que obliga a La Libertad Avanza a competir el próximo 26 de octubre con la cara de José Luis Espert en la Boleta Única de Papel, alteró la estrategia de campaña del oficialismo. La posibilidad de reimprimirlas quedó descartada y el espacio deberá concentrarse en reposicionar la marca en el tramo final de la contienda bonaerense.
Pero el foco no está sólo en este desafío. En los últimos días se instaló un clima de inquietud por los rumores de que podrían surgir novedades en el caso $LIBRA. Nadie habla abiertamente, pero la posibilidad de una filtración o un movimiento inesperado previo a las elecciones genera nerviosismo en Casa Rosada.
El temor no pasa tanto por las derivaciones judiciales que pueda tener sino por el costo electoral que podría implicar que el tema vuelva a la agenda mediática. A esa tensión se suma la reconfiguración interna del oficialismo, que tiene ahora Karina Milei fuera de los primeros planos y que cuenta con la reaparición de Santiago Caputo como principal articulador electoral.
Con ese trasfondo, lo que ocurra el martes en Washington tendrá superlativa relevancia, ya que es la principal carta que tiene el Gobierno para llegar a los comicios con el pecho en alto.