Así lo manifestaron distintas fuentes del sector productivo a Mosca. Denuncian una estafa entre acopiadores y el Gobierno.
La quita de retenciones dispuesta por el Gobierno para captar dólares y su posterior aluvión de inscripciones de declaraciones de exportación de cereales, que puso fin a dicha medida por alcanzar el cupo de U$S7.000 millones, generó la furia de los productores porque consideran que la decisión fue dirigida para beneficiar a los exportadores.
Desde la Sociedad Rural de Rosario y la Federación Agraria fueron claros al manifestar que la quita de retención, que en principio iba a ser hasta el 31 de octubre, pero que solo duró tres días por alcanzarse el cupo, perjudicó al campo y benefició a los grandes acopiadores.
Cofco International, Cargill, ADM – Archer Daniels Midland, Bunge, Viterra y Louis Dreyfus Company son las grandes empresas que se apropiaron de los 1.500 millones de dólares que el Estado iba a recaudar por retenciones.

Ese dinero era tomado por el Estado en su sociedad con los exportadores de granos y derivados. Los productores pagan las retenciones y posteriormente descuenta esa suma de valor que pagan por los granos.
De esa forma, ni los propios productores ni el fisco cuentan con esos 1.500 millones de dólares que iban a cobrarse por los embarques de granos por 7.000 millones de la moneda extranjera: la ganaron los grandes acopiadores por la medida transitoria del Gobierno.
En diálogo con Mosca, el vicepresidente de la Federación Agraria, José Luis Volando, dijo: “Federación Agraria dijo que el grano estaba en manos del exportador. Uno se siente usado, porque mientras que el Gobierno hablaba con nosotros, ya había hablado con los exportadores. Si en tres días ya llegaron a ese cupo, es porque ya estaba hablando de antemano y estaba en manos de terceros. El campo la vio pasar”.
“El Gobierno quiso beneficiar a los exportadores. Fue un acuerdo en una mesa con 10 personas”, lanzó.
En la misma sintonía, la presidenta de la Federación, Andrea Sarnari, sostuvo que la medida del gobierno “no surte efecto positivo en la transitoriedad”, al tiempo que remarcó que “no termina beneficiado al sector productivo en sí”.
“No somos especuladores con nuestros granos sino que los vendemos cuando los cosechamos para reinvertir. La medida necesita ser definitiva y es necesario trabajar en una gradualidad en la disminución de las retenciones”, agregó.
“Esta baja de retenciones, para los productores que no tenemos la cosecha guardada no nos beneficia”, expresó en la previa a que se cubra el cupo de los 7.000 millones de dólares.
A su vez, la presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, Soledad Aramendi, le dijo a este medio que la quita de retenciones “fue un negocio entre el Gobierno y los exportadores”. En un comunicado del organismo, manifestaron la preocupación por lo sucedido.
“Si bien públicamente se presentó (a las retenciones) como una herramienta destinada a incentivar la liquidación del sector agropecuario en su conjunto, la realidad fue distinta: el cupo se agotó en muy pocas horas, concentrándose en manos de un grupo reducido de grandes exportadores”, reza el texto.
“La enorme mayoría de los productores primarios y medianos quedó al margen de este beneficio. En lugar de ser un “guiño al campo”, la medida generó desequilibrios, exclusión y malestar en quienes sostienen la producción día a día”, expresaron, al tiempo que exigieron “políticas públicas con criterios de equidad y alcance real a toda la cadena productiva”.