Los analista políticos Carlos Fara y Raúl Timerman dieron su punto de vista en diálogo con Mosca.
Tras las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires que tuvieron a Fuerza Patria como claro ganador ante La Libertad Avanza (LLA), la incertidumbre sobre qué pasará en el Gobierno nacional de cara a octubre y cómo se posicionará Axel Kicillof en el peronismo se instaló definitivamente ante un escenario para nada esperado según los datos que arrojaban las encuestas.
En diálogo con Mosca, el analista político Carlos Fara consideró que el Gobierno “recibió un impacto fuerte”, aunque señaló que “no veo fácil que pueda hacer cambios en estos 50 días, porque cambios de funcionarios sería reconocer que la elección tuvo un impacto. Lo mismo con las políticas”.
“Para mí va a seguir con la misma tónica, salvo haciendo algunos cambios en función de los movimientos que tenga el mercado. No se puede quedar de brazos cruzados. Serán más cambios tácticos que estratégicos, que sería rediseñar cosas del plan. En 50 días eso es complicado, teniendo en cuenta el horizonte electoral”, señaló.
A su vez, agregó: “La Libertad Avanza queda en una situación muy complicada, porque están los demonios desatados. Más allá de la derrota, esto es economía que ya no funciona bien, el tema de los audios que ahora tiene una investigación judicial que recién empieza y hay que ver cómo termina. La duda se instaló públicamente”.
Fara remarcó que Kicillof “aprobó una materia para poder liderar el espacio político, pero le faltan varias más para recibirse”. Así, subrayó: “Para poder tener aspiraciones en 2027, tiene que ser líder de un conjunto, no de una parte nada más. Y después tiene que proyectarse nacionalmente. Cristina sigue siendo lo más importante para su propio electorado y él va a tener que remar todavía bastante. Los conflictos internos dentro de Fuerza Patria no se resolvieron ayer. Compró tiempo y optimismo de cara a octubre, pero no lo resolvieron”.
Por otro lado, el analista político Raúl Timerman también dialogó con este medio y consideró que el resultado de los comicios fue “totalmente inesperado por la diferencia” y que “las elecciones ocurren en el peor momento del Gobierno nacional”.
“Cuando uno mide la desaprobación del Gobierno, después del caso Spagnuolo, llegó a 57 puntos que dicen que la gestión es mala o muy mala. Y de ellos, el 47% dice que es muy mala. Y 47 puntos es lo que sacó Fuerza Patria. Hubo un voto enojo, un voto bronca, que es un sentimiento proactivo”, expresó.
Además, Timerman destacó que hubo “una muestra de una gran decisión de Kicillof de desdoblar la elección. Pasó por una cuestión personal de asumir una posición de liderazgo. Si la elección no era separada, el liderazgo, con las elecciones conjunta, hubiera sido de Cristina”
La elección, continuó el analista, “ha tenido un gran ganador que ha sido Axel Kicillof, quien ha sentado las bases de cara al 26 de octubre”. Y siguió: “En LLA estaban seguros que iban a barrer al establecer los candidatos. Con Espert, con mucho desprestigio acumulado en el último tiempo, les resultaba que podían ganar de cualquier manera. Mientras que en Fuerza Patria se creía que se iba a perder la elección”.
“Cristina no quiso exponer a su hijo Máximo, ni Sergio Massa, que no quiso ser derrotado en una segunda oportunidad”, dijo.
En ese marco, señaló que “la cosa está complicada para el Gobierno” y puntualizó las ausencias en el búnker libertario tras la derrota: “Toto Caputo no estuvo en el escenario, ni el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; ni Sandra Pettovello, que tiene serias dudas sobre que se hayan cometido serios actos de corrupción”
“Milei entró en contradicción. Dijo que sufrieron una derrota, que escucharon el mensaje de las urnas, pero dijo que iban a seguir en el mismo camino, sin cambiar absolutamente nada. Hay que ver qué pasa con los mercados, con la gobernabilidad… La mayoría de los gobernadores que habían sido muy condescendientes con el Gobierno, ayer se manifestaron con un serio mensaje de alerta para el Ejecutivo. La gobernabilidad se ve seriamente complicada. Se puede desmadrar la situación económicamente e institucionalmente. Puede terminar con un juicio político contra el presidente”, finalizó.