La intervención oficial frenó la escalada del dólar, pero no calmó la tensión política ni económica. En Washington reina el silencio, mientras Kristalina Georgieva optó por esperar al resultado electoral antes de exigir cambios
El anuncio del Gobierno que confirmó que intervendrá en el mercado cambiario generó bastante inquietud en los técnicos del Fondo Monetario Internacional. El volantazo, que contradice lo acordado con el organismo, logró contener la suba del dólar en el corto plazo, pero no alcanzó para despejar la incertidumbre de fondo.
Desde el staff del FMI reconocen que la medida genera ruido porque rompe con los compromisos de flotación del dólar que habían firmado en el último acuerdo. Sin embargo, también entienden la presión política que enfrenta la Casa Rosada en medio del clima electoral.
Según fuentes ligadas a Washington, la directora del Fondo, Kristalina Georgieva, tomó la decisión de dejar que la Argentina mantenga la intervención hasta que pasen las elecciones legislativas. Considera que los comicios son un parteaguas para el gobierno libertario.
Mientras tanto, en el mercado local persiste la tensión. Si bien la cotización del dólar se frenó, la falta de una señal clara sobre el rumbo económico después de octubre mantiene a los inversores en alerta.
En Washington, la mirada ya está puesta en el día después. Una vez concluidas las elecciones, el organismo insistirá en la necesidad de liberar el tipo de cambio y retomar la senda de las reformas comprometidas. El interrogante es si el Gobierno tendrá la fuerza política suficiente para avanzar con esas exigencias.