El ministro de Desregulación volvió a traer en agenda un tema que genera rispideces con los laboratorios locales
Hace más de un año, cuando todavía era asesor presidencial, Federico Sturzenegger denunció en una entrevista con TN que había un monopolio que manejaba el mercado de la vacuna contra la fiebre aftosa, y que regulaciones del Estado impedían importarla, encareciendo los precios para los productores locales. Este domingo por la noche volvió a mencionar el tema, esta vez en el programa de Luis Majul. El ministro de Desregulación comentó que la vacuna cuesta en Argentina 1.300 pesos (algo más de un dólar) mientras que en Paraguay apenas está 0,35 dólares.
La mención de Sturzenegger representa un dardo a Hugo Sigman, accionista principal del Grupo Insud, conglomerado que incluye a Biogénesis Bagó. Sturzenegger, que impulsa una desregulación agresiva del mercado sanitario, intenta abrir el negocio a la competencia internacional, lo que para podría dejar en desventaja a los laboratorios locales. Esto a su vez se da en medio de una pelea interna del gobierno, donde Toto Caputo y Juan Pazo prefieren sostener el esquema actual.
La ofensiva de Sturzenegger se da además en un contexto internacional delicado para Milei. El gobierno de Donald Trump pidió formalmente a la Argentina que respete la ley de patentes, con especial foco en el sector farmacéutico. Desde 2012, los laboratorios locales han operado bajo un esquema de patentes limitadas que les permitió copiar medicamentos sin pagar regalías. Para el líder libertario, aceptar el pedido de Washington significaría romper con los laboratorios nacionales, un sector que lo apoyó financieramente durante su campaña.
Según trascendió, Sturzenegger elaboró un decreto para derogar las resoluciones que limitan las patentes en medicamentos, algo que cuenta con la oposición del ministro de Salud, Mario Lugones, de estrecha relación con los laboratorios nacionales. La decisión expone a Milei, que tiene un dilema entre ceder a las presiones de Trump para obtener apoyo económico y político, o preservar el respaldo de una industria que le dio una mano para ocupar el sillón presidencial.