En diálogo con Mosca, el economista Hernán Letcher advirtió que una devaluación del yuan podría generar un efecto contrario
El precio del oro volvió a romper récords y en las últimas jornadas este activo, que suele ser un refugio en épocas de crisis internacionales, alcanzó un nuevo máximo histórico de 3.430 dólares por onza, tras una escalada del 30% en lo que va del año y un aumento acumulado del 50% en los últimos doce meses. En un mundo sacudido por tensiones geopolíticas, temores inflacionarios y movimientos inciertos de las grandes potencias, el oro reaparece como protagonista financiero.
Esto también tiene impacto directo en el Banco Central, ya que la revalorización de este metal mejora las reservas. “El impacto es importante. El oro subió un 30% en lo que va del año, y 50% en un año. Así que es una mejora significativa”, afirmó Federico Domínguez, analista financiero, en diálogo con Mosca. “También hay efecto similar por el euro”, explicó en la misma línea Daniel Marx, ex director del Banco Central.
A nivel local, el BCRA mantiene una porción de sus reservas en oro, por lo que cada alza del metal se traduce en una mejora contable del balance. Sin embargo, hay estar atentos a lo que ocurre en China también: “La suba del oro provoca una suba de las reservas del Banco Central. Pero ojo con cómo se mueve el swap de China. Si China deprecia, bajan las reservas. Esto también afecta”, advirtió el economista Hernán Letcher, director del CEPA.
La reciente disparada del oro responde a una combinación de factores. Uno de ellos son las amenazas de nuevos aranceles en Estados Unidos sobre minerales críticos. Otro tema a tener en cuenta son las críticas de Donald Trump a la Reserva Federal, las expectativas de baja de tasas y la creciente demanda de seguridad ante un mundo volátil.
Desde el estallido del conflicto entre Israel y Hamas en octubre de 2023, el oro subió un 86%. Y desde la pandemia hasta hoy, su precio se duplicó.
En cada crisis internacional, los bancos centrales del mundo, ganan por el simple hecho de tener oro en sus reservas. Sin embargo, esa ganancia no cuenta para el Fondo Monetario Internacional. Letcher fue claro en este punto: “Para las metas del FMI no se consideran ninguna de las variaciones de precios”. Esto es así debido a que el organismo exige activos líquidos y de libre disponibilidad como parte de sus metas de acumulación de reservas netas, dejando afuera las ganancias contables por revalorización del oro o las alteraciones por tipo de cambio del swap con China.