Ramón Lanús dio la orden de que no se lleven a cabo en ninguno de sus hospitales pero la interrupción voluntaria del embarazo es una ley federal.
El intendente de San Isidro, Ramón Lanús, decidió que en los hospitales de su jurisdicción no se realice la interrupción voluntaria del embarazo, debido a que va en contra de sus creencias religiosas. Esta postura ya fue advertida por la Provincia de Buenos Aires que busca respetar el aborto legal.
En octubre, personal médico del Hospital Materno Infantil de San Isidro reconocieron en el diario Clarín que “con respaldo de la Dirección Médica de la Maternidad comenzó a funcionar el consultorio de Maternidad Vulnerada a cargo de una organización llamada Obstetricia Escucha”.
“Toda persona que se presente para una IVE está obligada a pasar por ese consultorio. Los profesionales de la salud estamos en total desacuerdo y consideramos que resulta en una obstaculización en la decisión de cada persona”, agregaron.
La organización Obstetricia Escucha está conformada de voluntarias, según cita el medio mencionado, que en algunos casos interrogaban a las mujeres que se querían practicar el aborto acerca de su decisión. Sea cual sea la respuesta, no daban lugar a que ocurriera. Incluso, prometen un acompañamiento a la madre en caso de querer tenerlo.
Si se tienen en cuenta los primeros seis meses de 2023 con los de 2024, hubo una reducción del IVE en San Isidro. Son 210 contra 150, respectivamente, de acuerdo a lo que marcan las cifras oficiales.
La manipulación y hostigamiento son una constante en este tipo de escenarios cuando una mujer se quiere practicar un aborto en San Isidro. No obstante, no es el único municipio que tiene la misma postura.
Por ejemplo, San Miguel es otro de los distritos que no cumple con la ley. Es “Pro Vida” desde 2018 y desde el Ministerio de Salud de la Provincia remarcan que unas 400 mujeres todos los años van a otros municipios a realizarse el aborto.