El expresidente continúa limando a La Libertad Avanza y no quiere dejar el kiosco de la Ciudad en manos del gobierno.
Desde que recuperó el control del Pro, Mauricio Macri busca recuperar terreno político y blindar el bastión electoral amarillo.
El ex mandatario ya tiene su figura para disputar -o al menos desgastar por unos meses- a los nombres que el oficialismo quiere instalar en territorio porteño.
Desde LLA comienza a asomar la posible candidatura del vocero presidencial Manuel Adorni para las elecciones del año que viene, que definirán el recambio de Senadores y Diputados.
Por su parte, Macri desempolvó una vieja figura que se revalorizó en los últimos meses tras la conducción del propio Mauricio: María Eugenia Vidal, quien ahora una silla en la cámara baja.
La ex gobernadora de la provincia de Bs As volvió a la CABA en las elecciones del 2021 y luego de dejar de lado el orgullo bonaerense comenzó a reivindicar la agenda porteña como el porcentaje de la coparticipación.
Vidal celebró el “trabajo conjunto” de Jorge Macri y el Gobierno Nacional, “a partir de hoy los porteños empiezan a recuperar lo que les pertenece, dejando atrás el saqueo de Alberto Fernandez y Kicillof”.
El expresidente pudo surfear en 2023 dos problemas que tenía en la puerta de la Jefatura de Gobierno, por un lado la precandidatura de Martín Lousteau y por el otro construir una figura nueva para quedarse con el kiosco.
Sin embargo, con el resultado electoral puesto, Macri cambió su disputa interna de Radicales y palomas del Pro al sector libertario que, aunque el gobierno de Milei ha mantenido una buena relación con el de Jorge Macri puede comerle el electorado en 2025.